DECÁLOGO DEL ABOGADO
I. Estudia
El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa
El Derecho se aprende estudiando pero se ejerce pensando.
III. Trabaja
La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
IV. Lucha
Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día en que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
V. Sé leal
Leal con tu cliente al que no debes abandonar hasta que comprendes que es indigno de ti. Leal para con el adversario aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora los hechos y debe de confiar en lo que dices y en cuanto al Derecho alguna que otra vez debe de confiar en lo que le invocas.
VI. Tolera
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia
El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe
Sin fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana;en la Justicia como destino natural del Derecho; en la Paz como sustitutivo bondadoso del Derecho y, sobre todo, ten fe en la Libertad sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX.-Olvida
La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un momento en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate olvida tan pronto tus victorias como tus derrotas.
X. Ama a tu profesión
Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino consideres un honor para ti proponerle que se haga Abogado.